Últimamente estamos
rodeados de tanta información de nutrición que ya no sabemos cuál dieta seguir
ni cuáles fuentes son confiables. La realidad es que tenemos que estar bien informados
para que nadie nos engañe y evitar posibles daños a nuestra salud.
¿Qué sabemos de las dietas DETOX?
Son dietas a base de
jugos, o de frutas y verduras crudas, algunas permiten cereales de grano
entero; me ayudan a perder peso; se siguen por un período corto; me dan energía,
ayudan a nuestro organismo a “purificarse”.
Estas dietas dicen
tener la finalidad de ayudarnos a desechar toxinas que acumulamos por la
contaminación, alimentos refinados, azúcares, humo de cigarro, mala nutrición,
entre otros. Nos aseguran que al deshacernos de estas toxinas, nos sentiremos
con más energía, perderemos peso, disminuirá la inflamación, estreñimiento… En
pocas palabras, nos dicen que con el DETOX vamos a adelgazar y nos sentiremos
más saludables.
Pero, ¿qué tanto es verdad?
Tenemos órganos específicos
que nos ayudan a eliminar esas “toxinas”: el tracto gastrointestinal elimina
desechos sólidos; los pulmones eliminan desechos gaseosos; y la piel también
elimina toxinas por medio del sudor. El hígado transforma toxinas en compuestos
que son eliminados por la bilis y orina; los riñones separan las sustancias
nocivas o innecesarias, para después eliminarlas.
En lo personal, no he encontrado evidencia científica
que respalde que una dieta DETOX nos ayude a deshacernos de esas toxinas de
forma más rápida que lo que nuestro cuerpo hace naturalmente, o que muestren
alguna mejora en los indicadores de función hepática al seguir un régimen
DETOX. Lo que sí he podido encontrar son testimonios de personas que aseguran que se sienten mejor después de haber llevado una dieta DETOX. Hay que tener en
cuenta que si una persona modifica su alimentación, aumentando el consumo de
frutas, verduras, agua natural, y eliminando o moderando el de productos
animales, grasas saturadas, bebidas gaseosas y azúcares refinados, ¡seguramente
se sentirá más saludable!
Pero lo anterior no es
por la eliminación de toxinas, sino por el cambio de hábitos de alimentación.
Lo mismo pasa con la reducción de la inflamación, estreñimiento, cansancio,
piel más saludable… Al aumentar nuestro consumo de fibra de frutas y verduras,
disminuye el estreñimiento; al dejar las bebidas gaseosas y azúcares refinados,
disminuimos la inflamación y nuestra piel luce más sana; al consumir más
frutas, nos sentimos con más energía por las vitaminas que estamos
proporcionando a nuestro cuerpo.
La pérdida de peso que se presenta con la
dieta DETOX no es por la eliminación de toxinas como nos hacen creer, es
simplemente porque son dietas muy bajas en kilocalorías, y obviamente vamos a
perder peso al darle poca energía o kilocalorías a nuestro cuerpo. La mala noticia, es que esta pérdida de
peso suele darse porque perdemos agua y glucógeno (así se le llama al grupo de
moléculas de glucosa, es decir, azúcar) con estas dietas. No perdemos grasa,
por lo que al regresar a una dieta normal, tendemos a recuperar el peso perdido
en la dieta DETOX. También podemos perder masa muscular al no consumir
proteínas, al mismo tiempo que podemos desarrollar deficiencias de vitaminas.
Muchas personas creen
que pueden llevar una dieta poco saludable durante el año, y con una semana de
DETOX, van a revertir el daño. ¡Esto no es cierto! Es mejor trabajar a largo
plazo en adquirir hábitos saludables, que sufrir 7 días y regresar a nuestros
hábitos anteriores. Realmente no se trata de satanizarlas, pero hay que tener
en cuenta que no son una receta mágica
para perder peso. No hay mejor forma de desintoxicación, que comer
sanamente para no afectar las funciones de nuestros órganos.
Si tienes curiosidad
por probar una dieta “Detox”, ¡adelante! Pero haz alguna que dure poco tiempo.
De hecho, he visto a muchas personas que comienzan con una dieta DETOX de 3
días, y después, su motivación sigue tan alta que terminan mejorando sus
hábitos alimenticios, y los adoptan como parte de su vida diaria. No gastes miles de pesos en productos
comerciales. Haz tus propios jugos y usa tu creatividad para que no te
canses de lo mismo. OJO, los niños,
mujeres embarazadas o lactando, NO
pueden llevar una dieta DETOX. Las personas con diabetes mellitus también
deben tener cuidado, ya que un jugo tiene una carga muy alta de glucosa, que
puede resultar en hiperglucemias.
Lo mejor que puedes
hacer es llevar una dieta variada para incorporar todos los nutrimentos a tu
dieta, no te excedas con ningún alimento, haz ejercicio y toma suficiente agua
natural.
PD: Si algún colega
encuentra algún artículo científico que respalde que las dietas DETOX realmente
eliminan toxinas, agradecería que lo compartiera conmigo.
Mariel Ceballos
Castellanos
Lic. Nutrición y
Ciencia de los Alimentos
Nutrition & Health Coach
Contacto: marielceballosc@gmail.com
Instagram: marielmcc
Referencias bibliográficas:
1. Diets, Weight Loss And Detox Diets. Crowe, Tim. Nutridate. Mar2010, Vol. 21, p. 2.4.
2. Do you really need to detox? Consumer Reports on Health, Jan2009, Vol. 21, p. 6.
3. Detoxification Diets: Three Pilot Studies. Axtell S; Birr A; Halvorson C; King C; Orscheln C; Schafer M; Sielaff R; Zwickey H. Townsend Letter, Feb/Mar2013, p. 97-102.
4. Detox Diets: Myths vs. Reality. Heaner, Martica. IDEA Fitness Journal. Feb2013, Vol. 10, p. 258.
5. Juice Cleansing: Smart Detox or Drastic Diet?. Lauren K. Pointe. Aug/Sep2013, Vol. 14, p. 50-52
No hay comentarios.:
Publicar un comentario